martes, 10 de abril de 2012

♥ Capítulo 3 : La intriga ♥



Capítulo 3


La intriga


Esa misma tarde de Octubre en la glorieta 
...
Vuelta. Al fin. Por el momento, parece haber
dejado de llover. Nos sentimos más 

relajadas. 

Lo peor ha pasado. Dos horas soportando a 

Mr. José son suficiente sacrificio en un loco

fin de semana. 

Azucena y Oli. Mis diablillas. ¿Qué haría yo

sin ellas?



Juntas, nos acomodamos en nuestro banco

al fondo de la glorieta. 

- ¿Por qué los bancos tienen qué ser de

madera? Se me queda el culo ... - dije
.
- La verdad es que tienes razón deberíamos

proponer que los cambiarán. - dijo Azucena
.
 - Sí, puede que lo ponga como sugerencia e 

la encuesta de este año ... - dije.

- Y ¿no tienes nada que contarnos? - salta 

Oli de repente.

- ¿Yo? ¿Qué tendría que contaros? - dije

- No sé, tal vez ... ¿Tu cita con Bertín el 

sábado? - dijo Oli.

- Eso Marta, cuéntanoslo todo. No pierdas 

detalle. - dijo Azucena
.
- ¿Pero de qué estáis hablando? - dije
.
- Venga Marta, sabes perfectamente de lo

 que estamos hablando ... - dijo Azucena.

- Sí, el sábado, oseayer, después de la 

fiesta de ... - dijo Oli

- ¡No, no lo digas! - dije.

- Pero Marta ... - dijo Oli.

- No, nadie lo sabe ... - dije.

- Vale, pero ... - dijo Azucena.

- ¡ Riiiiing ! 

Salvada por el tono de llamada. Pero no

duraría mucho. Cuando mis amigas se 

proponían algo, o tenían algo entre manos,
no paraban hasta averiguarlo.

- ¡ Marta Cabecitacrazy ! Hoy no te vas de

aquí hasta que no nos cuentes con pelos y 

señales todo, todo y todo lo que te pasó el 

sábado con Bertín. - dijo Azucena.

- Esta bien, esta bien, - cedí finalmente - 

pero aquí no. Este no es un sitio seguro. 

Quedamos a las diez, en el lugar que ya 

sabéis. Lejos de miradas indiscretas.

- Ok. - dijo Azucena.

- Vale. - dijo Oli.

- Perfecto. - dije yo.


¡ Sí ! Me libro de dar explicaciones. Al menos

por ahora. 

Doy el último bocado de una de las chuches

que habíamos comprado, y encamino hacia

mi casa. Al levantarme del banco introduzco

mis brazos entre los de Azucena y después 

entre los de Oli y les doy un beso en la 

mejilla a cada una.

Satisfecha con la sonrisa que muestran sus
rostros salgo corriendo antes de que 

Azucena se vengue por no haberle contado 

antes mi historia de amor.

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